Ventajas que ofrecen las tarjetas
Más allá de la comodidad que ofrecen las tarjetas, al permitirnos prescindir del dinero en efectivo, y de las distintas modalidades de pago que las acompañan, que se adecuan a las diferentes necesidades de los clientes, la realidad es que estos medios de pago suelen incluir muchas otras ventajas que no todos los españoles conocen, pero que pueden ayudarnos a ahorrar varias decenas de euros al año. También pueden sernos muy útiles en el caso de viajar al extranjero, ya que muchas tarjetas, sobre todo las de crédito, incluyen seguros gratis que cubren contingencias como la pérdida del equipaje o un accidente en otro país. Es importante remarcar que no existe un paquete de ventajas estándar y que cada banco o financiera puede incluir los extras que considere oportunos en sus tarjetas, pero podríamos decir que las siguientes cinco ventajas son las más habituales y fáciles de encontrar en el mercado.
-
Tarjetas sin cuotas:
Es una de las ventajas más valoradas por los clientes que no quieren seguir pagando por la emisión y la tenencia de los “plásticos”. Cada vez son más las entidades de crédito y las financieras que comercializan tarjetas sin cuotas de emisión y de renovación, es decir, tarjetas gratis año tras año, por lo que ya no hace falta seguir pagando por ellas. En ocasiones, para librarse de la comisión de mantenimiento se tendrá que cumplir algún requisito como, por ejemplo, realizar un gasto mínimo anual en compras, mientras que en otros casos la entidad no impondrá ninguna condición para que sus clientes puedan disfrutar de sus tarjetas gratis. Afortunadamente, se trata de una de las ventajas más fáciles de conseguir, por lo que si necesitamos una tarjeta de crédito o de débito, no debería ser complicado encontrar una que esté libre de costes.
-
Compras bonificadas:
Como gancho para captar a nuevos clientes y premiar su fidelidad, cada vez son más las entidades que bonifican las compras de sus clientes, es decir, que les devuelven un tanto por ciento de las compras que hayan realizado con la tarjeta en cuestión. La bonificación puede ser de hasta el 5 %. No obstante, en función del banco la devolución se aplicará sobre todas las compras o solo sobre las que se realicen en una serie de comercios o marcas concretas. Asimismo, dependiendo del banco el importe de la devolución puede variar según las compras que se hagan, siendo por ejemplo del 1 % para ciertas compras y del 3 % para otras. Es importante resaltar que, por lo general, estas ventajas están reservadas a las tarjetas de crédito y no suelen estar presentes en las de débito y menos aún en las prepago, aunque puede haber excepciones. Antes de dejarse seducir por esta ventaja es importante averiguar sobre qué compras se aplican las devoluciones (comercios, marcas, etc.) y si solo computan las compras pagadas a plazos, algo relativamente habitual. En general, los intereses a deber por las compras aplazadas siempre serán superiores a la bonificación, por lo que no deberíamos dejarnos cegar por este tipo de ventajas sin ver antes sus inconvenientes. Eso sí, si necesitamos financiar una compra, hacerlo con una tarjeta que aplique una bonificación puede acabar resultando muy barato, ya que si se resta el importe de la devolución a los intereses pagados, el TIN final será más bajo.
-
Descuentos en gasolineras:
Sin duda, se trata de una de las ventajas más valoradas por los conductores y también de una de las más explotadas por los bancos. Cada vez son más las entidades que ofrecen a sus clientes descuentos en carburante al utilizar sus tarjetas, ya sean de crédito o de débito. El ahorro puede ser incluso de más del 3 % sobre el importe del repostaje. Sin embargo, no todo son ventajas: los descuentos no se aplican sobre todas las gasolineras de España, sino que cada banco tiene acuerdos con una serie de marcas y sus tarjetas solo aplican los descuentos en unas estaciones de servicios específicas. Las gasolineras más típicas que se suman a este tipo de promociones gracias a los acuerdos a los que llegan con los proveedores de tarjetas son Repsol, Campsa y Petronor, Galp, Shell, Cepsa y BP. Aunque este tipo de descuentos puedan resultar muy atractivos, antes de utilizar las tarjetas en las estaciones de servicio adheridas a la promoción, vale la pena analizar el coste final del repostaje y si no sería más barato repostar en otra gasolinera en la que no se aplicase el descuento, pero que sus precios fuesen más económicos, como las low cost.
-
Descuentos en compras:
Si bien las promociones en gasolineras son habituales, las ventajas no se quedan ahí. La mayoría de los bancos han extendido los descuentos más allá de los repostajes en las estaciones de servicio y ofrecen un ahorro en forma de rebaja sobre las compras realizadas en muchos otros sectores; desde marcas de alimentación hasta agencias de viajes, tiendas de alimentación o grandes plataformas como Amazon. Cada vez son más las entidades que incluyen en sus tarjetas, tanto de crédito como de débito, programas de descuentos para ahorrar en compras realizadas en tiendas físicas y online. Se puede ahorrar en marcas de renombre como Amazon, Starbucks o Springfield y los descuentos pueden llegar a ser muy atractivos. Antes de aprovecharlos es importante conocer las condiciones y los pasos que hay que seguir para poder beneficiarse de ellos.
-
Seguros incluidos sin coste extra:
A pesar de que es una de las ventajas menos promocionadas de las tarjetas y, por lo tanto, menos populares, es una de las más típicas y que comparten la mayoría de los plásticos. Casi todas las tarjetas, sobre todo las de crédito, incoporan pólizas sin ningún coste para el titular que pueden serle muy beneficiosas en ciertas situaciones como, por ejemplo, en caso de uso fraudulento de la tarjeta de crédito o de tener un accidente en un viaje. De hecho, los seguros más habituales son los accidentes en el extranjero, asistencia en viajes y antifraude, aunque también se pueden incluir otros como pólizas de extensión de garantía de los productos comprados con el plástico. Aunque para muchos sea una ventaja desconocida, pueden ser muy útiles, así que cuando contratamos una tarjeta no está de más pedirle a la empresa que nos remita una copia de la póliza o pólizas incluidas, para ver sus características, sus coberturas y qué hacer en caso de necesitarlas.
Por muy suculentas que puedan resultar todas las ventajas anteriores, no debemos pasar por alto el resto de los aspectos que influyen en la calidad de una tarjeta como las comisiones, las cuotas de emisión y de renovación, el límite de crédito, los cajeros automáticos a los que da acceso gratis o los requisitos de emisión. De hecho, será necesario fijarse en estos puntos y compararlos con las ventajas que ofrece la tarjeta para saber si realmente vale la pena o, por el contrario, las ventajas no compensan el resto de condiciones.